Conocimiento

Ventajas de la tecnología RFID versus el Código de Barras

4 de Noviembre de 2015

Seguramente a estas alturas ya están bastante claras las diferencias entre la tecnología RFID y el código de barras. De hecho, si hablamos puramente de la tecnología, compararlas es quizás un poco injusto, como comparar un carruaje de caballos con un coche; cada uno tiene o ha tenido su valiosa función, pero las ventajas de un coche vs carruaje son casi innumerables. Lo mismo sucede con estas dos tecnologías, según las necesidades de cada caso en particular, el código de barras puede continuar siendo una buena opción, pero la tecnología RFID aporta una serie de ventajas significativas:

► Los tags RFID están serializados, la trazabilidad es individual para cada ítem que lleve un tag. El código de barras es el mismo para todos los productos iguales.  Con el código de barras, la trazabilidad se ciñe a la producción (lote, partida), no a cada producto unitario.

► Los tags RFID pueden almacenar muchos más datos que los códigos de barras o códigos QR u otros bidimensionales, de manera que de cada producto podemos conocer, por ejemplo, fecha de producción, de entrega, sede donde se ha fabricado, registro de temperaturas, etc. ¡Hay muchos chips RFID diferentes, con diferentes capacidades de almacenamiento!

Sistema RFID para la gestión de almacenes

Aplicación RFID para gestión de almacenes

 

► Los tags RFID pueden ser escritos en cualquier momento, actualizando la información almacenada en ellos. En cambio, un código de barras sólo puede ser leído.

► Para leer un tag RFID no es necesario tener línea de visión con el tag, por lo tanto, puedes tener uno o más productos con un tag dentro de una caja y leerlos todos sin necesidad de sacarlos de ella.

► Los tags RFID pueden ser leídos a través de la suciedad y el polvo, e incluso cuando están envueltos en plástico o puestos en contenedores.

► Los códigos de barras se estropean fácilmente (humedad, suciedad, calidad de la impresión y las etiquetas…), dificultando o imposibilitando a veces su lectura. En cambio los tags RFID existen en muchos formatos diferentes para poder soportar distintas condiciones ambientales y de entorno, de manera que no se estropeen y su lectura sea posible de forma permanente. El tiempo de vida de un tag RFID es muy larga.

► A menudo, el RFID no necesita de la intervención humana para la lectura de datos. En cambio, un código de barras habitualmente necesita una persona para escanear los datos (aunque no siempre es así, sobre todo en las líneas de producción automatizadas). Por ejemplo, cuando debemos recoger mercancía en un almacén, la carretilla elevadora puede llevar incorporado un lector RFID, de manera que no hará falta leer manualmente el tag y la validación de la mercancía también será automática.

RFID en carretilla para leer tags de los palets

RFID en carretilla para leer tags de los palets

 

► La tecnología RFID no es tan sensible a la orientación como los códigos de barras. Un scanner de código de barras tiene que estar debidamente orientado al propio código para su correcta lectura. Las tecnologías LF y HF sí son sensibles a la orientación, pero el UHF es mucho más flexible en este aspecto.

Los supermercados son una clara demosttración de la necesidad de orientación del código de barras

► La tecnología RFID es 25 veces más rápida que los códigos de barras, sobre todo en aplicaciones de control de inventario.

► Los tags RFID no se pueden falsificar de forma fácil, puesto que la información en su interior está protegida. En cambio, un código de barras puede ser impreso con cualquier impresora láser.

El transporte público utiliza RFID

Aplicación RFID en transporte público, entre sus ventajas, la seguridad.

 

► La tecnología RFID es menos cara que los códigos de barras. Aunque un código de barras no tiene apenas coste, pues de trata de una etiqueta impresa, habitualmente necesitas a una persona que lo escanee, y este trabajo es costoso. Es por este motivo que las tiendas con código de barras acostumbran a hacer el inventario sólo un par de veces al año.

► El RFID es mucho más preciso que los códigos de barras. La gente a veces “pierde” o se “olvida” algunos ítems cuando escanea un gran número de productos. La tecnología RFID, en cambio, generalmente consigue ratios de escaneo mucho más altos que el código de barras cuando hay un gran número de ítems que tienen que ser leídos. A veces puede no llegar al 100% de lecturas correctas, pero se acerca más a ello que el código de barras.

► Los tags pasivos UHF pueden ser leídos a distancias de hasta 10 metros, mientras que los códigos de barras se pueden leer típicamente a distancias de 30 cm.


Probablemente podríamos seguir enumerando ventajas del RFID, pero los ejemplos dados son bastante clarificadores. Los códigos de barras continúan siendo una gran tecnología, barata y al alcance de todo el mundo. Según las necesidades de cada uno, probablemente el código de barras continuará siendo una buena opción para muchos, pero es evidente que la tecnología RFID cuenta con unas características y ventajas que la hacen única. Lo más importante a la hora de decidir qué tecnología escoger es responderse una serie de preguntas:

► ¿Es indispensable para mi negocio tener información asociada a cada producto? ¿Disponer de esta información le daría un valor añadido? O quizás, ¿ayudaría en los procesos de calidad?...

► Con el RFID, ¿puedo automatizar más mis procesos?

► ¿Puedo solucionar algún “cuello de botella” actual con el RFID?

► ¿Tengo errores recurrentes en la producción, expedición o cualquier problema interno?

► La más importante de todas: ¿cuánto me costaría implementar un sistema RFID en mi negocio (o sólo en parte del mismo, se puede empezar por donde sea más necesario)? Los posibles “problemas” que tengo actuales, ¿qué coste suponen para el negocio? Gracias al RFID ¿puede haber ahorros de personal? Viendo todo esto, ¿en cuanto tiempo puedo amortizar el sistema RFID adquirido?


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