Conocimiento

Principios básicos de la tecnología RFID

11 de Diciembre de 2014

¿Qué es la tecnología RFID?

RFID es la abreviación o acrónimo del inglés: Radio Frequency IDentification. Un sistema basado en la tecnología RFID sirve para identificar de forma automática personas o cosas, como por ejemplo:

- Personas (control de acceso, sistemas de fidelización)
- Objetos (logística, inventariado)
- Lugares (sistemas de transporte)
- Transacciones (sistemas de pago, validación títulos de transporte)

La tecnología RFID hace o puede hacer las mismas funciones que la tecnología de banda magnética o el código de barras, pero presenta algunas ventajas:

- No es una tecnología line-of-sight (no es necesario que el tag o transponder y el lector tengan visualmente contacto directo)
- Funcionalidad de lectura/escritura
- Los tags están disponibles en diferentes dimensiones de memoria (dependiendo del chip) y diferentes tecnologías (activo, pasivo, semiactivo…)
- Los tags pueden tener funciones de seguridad, de manera que la información contenida en ellos está protegida
- Se pueden leer varios tags a la vez (la cantidad de tags dependerá de la frecuencia en la que se trabaje, la tecnología del tag, y el lector)
- Es una tecnología que se puede utilizar en condiciones difíciles (por ejemplo, en un entorno industrial, se pueden utilizar tags muy robustos que no se dañen con el uso, además, como no es necesaria la visión directa entre el lector y el tag, éste se puede proteger para que no se dañe)

¿Cómo funciona la tecnología RFID?

La tecnología RFID se basa en la transferencia de datos mediante campos electromagnéticos. Como hemos dicho, se trata siempre de identificar un objeto o personas. La identificación de este objeto o persona se realiza mediante un transponder o tag que es el que contiene la información relativa a ese objeto. Esta información puede ser de cualquier tipo: datos relacionados con el objeto, o simplemente un número de serie único que relaciona unívocamente el objeto con datos relativos a él pero que están contenidos en una base de datos. Igual que el código de barras, el tag o transponder está sujeto al objeto al que identifica y puede ser leído o grabado en cualquier momento. Para hacer esta operación de lectura y/o grabación, el tag comunica con el dispositivo llamado lector (habitualmente nos referiremos a él como lector, aunque la mayoría de las veces no sólo lee, sino que también graba, es decir, se trata de un lector/grabador).
Este lector siempre va a consistir, al menos, de dos elementos básicos, el propio lector (el hardware que se comunica con el PC o controlador) y la antena o antenas. Las antenas pueden ser elementos externos al lector o bien internas, y siempre son alimentadas por el propio lector. Las antenas, al recibir alimentación, crean un campo electromagnético cuyas características variarán según diferentes factores: frecuencia de funcionamiento (LF, HF, UHF), potencia del lector, tamaño y características físicas de la antena, etc. Cuando un tag o transponder está dentro de este campo electromagnético, se intercambiarán datos a través del aire, y es el lector quien interpretará estos datos y los transmitirá al PC o controlador al que esté conectado.

Diferencias entre tags activos, pasivos y semiactivos:

Los tags activos tiene su propia alimentación, normalmente incluyen una pequeña batería. Esta batería les permite transmitir a potencias más elevadas y, por lo tanto, pueden ser leídos y grabados a grandes distancias (incluso más de 100 metros). En este caso, para comunicarse con el lector, no hace falta que el tag esté físicamente en el campo electromagnético creado por la antena, basta con que la información que transmite, llegue a ese campo electromagnético. Al llevar el tag una batería, hace que éste sea relativamente grande y tiene un cierto coste de mantenimiento, ya que esta batería se deberá reponer con el tiempo.
Los tags pasivos no tienen ninguna batería interna. La energía para transmitir la obtienen del campo electromagnético creado por la antena, es por ello que es necesario que, para intercambiar información con el lector, estén físicamente dentro del campo creado por la antena. Al no tener ninguna batería interna, estos tags pueden ser mucho más pequeños y económicos, además de no necesitar mantenimiento, pero por otro lado, no podrán ser leídos/grabados a distancias tan grandes como los activos.
Los tags semiactivos o semipasivos también tienen una batería, pero ésta permanece “dormida” hasta que un lector RFID le manda una señal concreta para que se “despierte”. Cuando se despierta, el tag utiliza su batería para comunicarse con el lector, por lo que la distancia de lectura es mayor que un tag pasivo, y la batería dura más que en un tag activo, porque está mucho tiempo sin funcionar. 


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